30 noviembre 2009

Concierto de J en el Teatro Principal


Un planeta y un satélite

El planeta, por supuesto, es J, y el satélite el teclista que actuó con él en la medianoche del sábado en el Principal, donde se escucharon algunos "cantecitos" andaluces, temas de Los Planetas en clave minimalista y versiones de gentes tan dispares como Kevin Ayers o Vainica Doble.

28 noviembre 2009

Concierto de The Sunday Drivers en Gazteszena


El jueves fue de los domingueros


Fecha y lugar. 26/11/2009. Intérpretes. Jero Romero (voz y guitarra), Lyndon Parish (teclista, guitarrista, voces), Carlos Pinto (batería), Miguel de Lucas (bajo) y Fausto Pérez (guitarra).

THE Sunday Drivers, los domingueros de Toledo, protagonizaron el jueves el glorioso arranque de la muestra de cine documental musical Dock of The Bay 3, que este año ha cometido el acierto de programar actuaciones en vivo además de películas.

Tras el extraño y curioso recital de la cantautora donostiarra Julia Cristina, el quinteto liderado por Jero Romero salió a degüello para pegarle un buen tarisco a su cuarto y último trabajo, The End of Maiden Trip (2009), probablemente el más perfecto de su discografía.

En su directo, arrollador como de costumbre, los temas recientes desbordaron contundencia desde el instante en que el ukelele de (Hola) To See The Animals inauguró una velada en la que también se escucharon, entre otras, Everything Reminds Me Of You (irresistiblemente fugaz), My Plan (insolente y descarada) y So What (la del órgano que parece un piano estrellándose contra el suelo). Tiraron de éxitos propios como Do It, Paranoid y On My Mind, que sonaron absolutamente bestiales, pero también se mostraron delicados en momentos como el homenaje a In My Life, de sus adorados Lennon y McCartney.

A menudo han reconocido que su objetivo no es innovar, que todo está inventado y que por eso tratan de buscar su propia personalidad a partir de las enseñanzas de los maestros de los años 60-70. Todo ello -conviene recordarlo- no asegura per se el éxito inmediato de una propuesta, pero lo cierto es que a los Sunday Drivers les funciona muy bien esa fórmula del clasicismo renovado. Más de uno invocaba en Gazteszena el sacrosanto nombre de Wilco y, aunque las comparaciones sean tan odiosas como ociosas, sirvan en este caso para glosar el talento de una banda que -no se enfade nadie- parece un gran grupo guiri a juzgar por su compacto, enorme y redondo sonido.

Si los augurios de disolución de la banda se cumplen, es posible que el concierto del jueves mejore con el paso del tiempo y que, como los buenos caldos de uva fermentada, envejezca en el recuerdo de los asistentes como una actuación mítica. ¿Será la última visita de The Sunday Drivers a Donostia?


26 noviembre 2009

Concierto de Six Organs of Admittance en Mogambo


Mensaje (distorsionado) en una botella

EL chivatazo del concierto llegó ayer mismo a través del imprescindible Loveof74, cuyo aviso sirvió también para que la cámara de este humilde fotero debutara en la oscura Sala Mogambo de Trintxerpe. Impresionante y sorprendente el atronador bolo que se marcaron Six Organs of Admittance, máxime si las referencias que uno tenía acerca de su propuesta se reducían a los temas colgados en su MySpace y a la difusa etiqueta New Folk. Pero las etiquetas musicales, ya se sabe, las carga el Diablo y son, parafraseando a Harry El Sucio, como el culo: todos los grupos tienen una. O incluso varias.

El caso es que quien esperara una actuación plagada de sugerentes paisajes sonoros y de atmósferas espesas no se fue de vacío, pero en el interior de sus pabellones auditivos se llevó también unas cuantas dosis de distorsión a cuenta de un tremebundo trío de guitarras eléctricas. La voz cantante -y sonante- la llevó, por supuesto, Ben Chasny, que para eso es el padre del invento, pero por encima del otro guitarrista y del batería, destacó la zurda Elisa Ambrogio: pasó medio concierto en cuclillas, manipulando los pedales de su Statocaster, y el otro medio en pie, haciendo fechorías con las seis cuerdas. Además, la chica dio lugar al momentazo de la noche, que llegó cuando utilizó el culo de un botellín de cerveza (¡a un euro la unidad!) para adornar a base de acoples y puro ruido el mantra eléctrico que interpretaba el grupo en ese instante.

Six Organs difundió su mensaje sonoro con furia, sobriedad y descaro. Así lo atestiguan las siguientes imágenes, faltas de luz pero no de ruido. ;-)


25 noviembre 2009

Queda un día para el Dock Of The Bay



Vídeo: ÁNGEL ALDARONDO

Singin' on the Dock Of The Bay

Antes era sólo parte del título de una gloriosa canción inmortalizada por Otis Redding que comenzaba con la estrofa "Sittin' in the morning sun". Desde hace tres años es también el nombre de una muestra de cine documental musical que poco a poco va ganando en intensidad, enjundia y contenidos. Prueba de ello es que Donostia Kultura se ha estrenado como coproductora de una cita organizada por la asociación cultural Qualia y cuyo medio oficial es NOTICIAS DE GIPUZKOA.

Por primera vez, el programa de la tercera edición permitirá a las canciones saltar de la pantalla del Teatro Principal al mundo real a través de varios conciertos. De hecho, Dock Of The Bay 3 arrancará mañana con la actuación de The Sunday Drivers y Julia Cristina en Gazteszena y la sesión golfa de los pinchadiscos Turko + El Nota en Le Bukowski.

Después, entre el viernes y el domingo se sucederán en el Principal los pases de documentales que abordan la vida y milagros artísticos de figuras como Patti Smith, Sonic Youth, Public Enemy y Edwin Collins. Entre otras cosas, los asistentes podrán descubrir o ampliar sus conocimientos sobre el soul, el pop escocés o la música disco.

Este año la nueva sección Basque Dock Of The Bay ofrece una película sobre Bide Ertzean y otra sobre la escena musical de Hondarribia, pero en la programación sobresalen tres bocados cinematográficos ciertamente apetitosos: Shadow Play: The Making of Anton Corbijn, filme sobre el famoso fotógrafo de rock; NY 77. The Coolest Year in Hell, sobre la escena musical neoyorquina a finales de los 70; y Johnny Cash at Folsom Prison, sobre el concierto más mítico jamás ofrecido en una cárcel. Y para la medianoche del sábado se ha programado un recital acústico a cargo del vocalista y líder de Los Planetas, el inefable J, cuyas tonadas serán coreadas por el público del Principal, que cantará muy cerca del muelle de la bahía de la Concha.

Una vez terminada la muestra, el centro Ernest Lluch proyectará a las 19.00 horas Leonard Cohen: I"m Your Man el 1 de diciembre; Kurt Cobain: About a Son el día 2; y End of the Century: The Story of The Ramones el 3.

Programación completa en http://www.dockofthebay.es

24 noviembre 2009

Concierto de Lady Dottie & The Diamonds en Larratxo



'Superabuela' entre el cielo y el infierno

Fecha y lugar.
21/11/2009. Centro cultural de Altza (Larratxo). Intérpretes. Lady Dottie (voz y pandereta), Joey Guevara (teclados, armónica y voz), Stephen Rey (bajo), Nathan Beale (guitarra), Richard T-Bone Larson (batería). Incidencias. Lleno absoluto.

LA biografía de Lady Dottie es tan impactante o más que su música. Nacida en Alabama con el nombre de Dorothy Mae Whittset, trabajó en los campos de algodón y tomó contacto con la música en el coro gospel de su iglesia. Durante años, simultaneó su profesión de cocinera en hoteles y moteles con la de cantante. Su currículo reza que ha sido corista de luminarias como Little Richard, Ray Charles, Ottis Redding, Sam Cooke, Rolling Stones y AC/DC. ¿Quién da más? Ahora, alejada de los fogones y afincada desde hace alguna década en San Diego (California), Lady Dottie parece caminar en dirección opuesta a la jubilación y vive una segunda juventud musical.

El sábado lo demostró sobradamente con el huracanado concierto que ofreció en Larratxo, barrio donde presentó su debut discográfico... ¡a los 66 años! Se arrojó al escenario embutida en una blusa incapaz de contener su desmesurado busto y lució tejanos piratas, medias de rejilla y botas de tacón. Con dos ovarios. Al margen del estilismo, cuando Lady Dottie hizo sonar su negra voz, dejó claro que la suya es una propuesta incendiaria y que los leños con los que aviva el fuego de su música proceden de diversas especies: del gospel al rock and roll, pasando por el soul, el blues, el rhythm & blues, el garage el rockabilly y hasta el punk. Un abrasivo viaje sonoro entre el cielo y el infierno.

A diferencia de lo que suele ocurrir cuando un vocalista acumula exceso de carisma, la superabuela de Alabama no eclipsó a su banda, sino que se complementó con ella a la perfección. The Diamonds, un combo de blanquitos californianos que ha sabido asimilar genialmente las enseñanzas de sus mayores, sonaron furiosos, desaforados y enérgicos, con mención especial para el talentoso guitarrista Nathan Beale y para el hombre orquesta con muleta, Joey Guevara, capaz de cantar, tocar el teclado y la armónica casi a la vez.

Hubo guiños a grandes grupos -The Sonics, Creedence Clearwater Revival, Steppenwolf- y también sonaron algunos cañonazos propios como I Ain"t Mad at Ya. Insuperable. Durante casi dos horas, Lady Dottie no paró de agitar la pandereta con el mismo énfasis con que el exorcista usa el hisopo para lanzar agua bendita sobre el poseído. "Danzad, danzad malditos", parecía espetar a una audiencia obediente, excitada y entregada al baile. Hacia el final, en la obligada Proud Mary de la Creedence, Lord Bishop, que horas antes había eyaculado su sex rock en calidad de telonero, subió a escena, berreó y lanzó sus casi dos metros y más de cien kilos sobre el estupefacto y sudoroso público: fue como si cayeran sobre los espectadores dos obispos -Uriarte y Munilla, por ejemplo- en lugar de uno.

La frenética y bien sonorizada actuación programada por la asociación Buenawista Prollekzioms terminó con una pregunta que, como su respuesta, está flotando en el aire, amigos. ¿Cuál es el problema para que no se organicen más bolos de calidad y a precios populares en Larratxo?