Feliz collage sonoro en Gazteszena
finalizó el verano, bajaron las temperaturas y los conciertos al aire libre se despidieron hasta el próximo año. Pero felizmente, la imprescindible sala Gazteszena de Egia ha vuelto a abrir sus puertas para acoger una nueva edición del no menos necesario Festival Donostikluba, una cita plenamente consolidada en el calendario musical de la ciudad.
La jornada inaugural arrancó el viernes con las delicadas melodías de Russian Red, sin duda la propuesta más intimista del festival: ukeleles, xilófonos de juguete, sentido y mucha sensibilidad acústica. Son algunos ingredientes que Lourdes Hernández manejó con precisión, dulzura y unas gotas de arrebatadora inocencia. La irrupción de The Mary Onettes en el escenario fue todo un baño de contraste, merced a un pistonudo y rabioso menú a caballo entre The Cure y New Order. ¿Quién dijo que en Suecia hace frío?
El sábado no hubo concesiones al lirismo. Ni en el personalísimo bolo de los navarros de El Columpio Asesino -oscuros, agresivos, correosos, imprevisibles y velvetianos -, ni en la menos espontánea pero efectiva actuación de los catalanes 16th Solid Spread, ni en la orgía sonora de los provocadores bilbainos We Are Standard. Los tres combos, cada uno en su estilo, ofrecieron sabrosas dosis de pop, rock, ruido y electrónica bailable. A modo de colofón, Andy Rourke, ex bajista de The Smiths, ejerció de DJ casi hasta el amanecer.
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