UN vistazo rápido a la foto superior puede servir para aprehender el espíritu que ha guiado los conciertos de la última edición del festival Donostikluba, marcado por el eclecticismo y por la comunión total entre los grupos y un público endemoniadamente entusiasta.
Pocas veces Jareño albergó tantos teenagers como el jueves con el reggae de los donostiarras Rude Kanka y el rap-jazz del rimador Rafael Lechowski, cuyo predicamento entre el público con acné juvenil es indudable. El viernes actuaron los locales Thee Brandy Hips, los maños Big City, los navarros Half Foot Outside y los estadounidenses The Posies, embarcados en una nostálgica gira consagrada a repasar su álbum Frosting on the Beater (1993). Los de Sea- ttle ofrecieron un contundente set que demostró por qué el power pop contemporáneo no podría entenderse sin ellos.
Tras la actuación de Gentle Music Men, la clausura del sábado adquirió tintes apoteósicos merced a los agresivos bolos de Sidonie y La Habitación Roja. Si los catalanes usaron su último disco, La costa azul (2007), para convertir el escenario en una fiesta carnavalesca, los valencianos se mostraron más rabiosos y ruidosos, enloqueciendo al personal con sabrosas dosis de distorsión. La fiesta finalizó con los Happy Mondays reconvertidos en subversivos disc jockeys. ¿Con qué sorprenderá la próxima entrega de Donostikluba?
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