Canciones que gatean
NACIERON hace ya unos meses. Primero brotaron del piano que Jabier Muguruza tiene en su casa y que utiliza como instrumento principal de composición. Después empezaron a crecer gracias a los textos de escritores como Bernardo Atxaga, Iñaki Irazu, Gerardo Markuleta, José Luis Padrón o Harkaitz Cano. Y estos días han empezado a caminar a gatas y ya dan sus primeros pasos en los estudios Katarain de Azkarate. Son las canciones que integrarán Taxirik ez (Resistencia), el nuevo álbum que el músico de Irun presentará a partir septiembre en el Mercat de Música Viva de Vic, en Catalunya.
Un estudio al pie del balerdi
Un disco guitarrero de jazz pop
Muguruza contempla embelesado el hermoso paisaje que se divisa desde la planta superior del inmueble, un antiguo trinquete convertido por Angel Katarain y sus socios en una confortable mezcla de agroturismo y estudio de grabación. El viento peina los prados sobre los que se alza majestuoso el monte Balerdi. "Así es imposible concentrarse para grabar", sostiene el músico. "Es que casi se puede oír el silencio", tercia el fotógrafo antes de que Jabier recuerde aquel viejo proverbio árabe que reza: "Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas".
Muguruza confía en que sus canciones superen en belleza al silencio, pero entrar en el estudio siempre le provoca una especie de vértigo, una "sensación de que en dos semanas te lo juegas todo y tienes que acertar".
Los "músicos de lujo" que le han acompañado en un estudio que antes han visitado Amparo Sánchez, Kiko Veneno e incluso Lou Reed, son el batería catalán David Gómez, el "histórico" guitarrista Ángel Unzu y el bajista Txema Garcés, un "habitual" en su nómina que, esta vez, también es productor y arreglista de casi todos los temas. Por su parte, la cantante Mireia Otzerinjauregi vuelve a poner su dulce voz en los coros.
"El primer golpe de bombo no cuadra con mi voz, e igual es importante porque quizá sea la canción que abra el disco", advierte Muguruza al técnico Angel Katarain, que se encuentra enfrascado en las mezclas de Ez jakintasunak , un tema donde suena la guitarra eléctrica de Roberto Yaben y que ofrece algunas pistas reveladoras.
El próximo proyecto del guipuzcoano será más "guitarrero", pero no en el sentido que suele emplearse el adjetivo. "¿Os imagináis un disco de Jabier Muguruza con distorsiones?", bromea antes de aventurarse en una definición concreta: "Tiene un punto jazz pop y si digo que es guitarrero es porque las armonías se apoyan sobre las guitarras -una acústica y otra eléctrica-, mientras que los últimos trabajos descansaban armónicamente en el piano".
"Ya en Konplizeak , el disco anterior, había algunas canciones que me decían a gritos que necesitaban una sección rítmica. Me puse en marcha con este disco y ocurrió lo mismo. Parece un recurso literario pero es cierto que tienes que estar atento a lo que te dicen las canciones", asevera, al tiempo que asegura que los nuevos temas "tienen más luz" y son más "optimistas" que los del álbum anterior, marcado por la muerte de su padre.
angel katarain
Los últimos retoques
"Sospecho que éste es uno de los temas que más va a gustarme", dice Katarain mientras disecciona digitalmente la canción escrita por Harkaitz Cano Etxera bai, etxera ez , que en su estribillo alberga la frase que da título al álbum, Taxirik ez .
Y dice "sospecho" porque hasta que el disco no esté terminado no podrá emitir un juicio sobre él, ya que las canciones las ha escuchado de forma fragmentada al hacer las mezclas. "Cuando estoy aquí no oigo la música, sino el sonido, y cuando estoy fuera del estudio escucho la música y no oigo el sonido", sentencia.
Angel Katarain y él apenas necesitan hablar. Se conocen tan bien que les basta una mirada para comunicarse. "Ten en cuenta que nos conocemos desde los tiempos de Kortatu, casi hace 30 años", afirma Muguruza, que lee las notas que ha apuntado la noche anterior para sugerirle algunos cambios al técnico.
El siguiente tema que pasa por sus manos es Clementine , un divertido poema-western de Bernardo Atxaga que describe un duelo entre la Muerte y la difunta abuela de Muguruza, Josefina, cuya voz cierra la canción.
"Pues yo creo que por el momento es mi preferida", declara Jabier.
Tampoco es casual ese "por el momento". Ahora toca dejar "enfriar" las composiciones un par de semanas para que "reposen" y puedan desprender nuevos matices que quizá hoy permanecen ocultos. Tras la mezcla y masterización final, las canciones podrán caminar solas a partir de septiembre, momento en el que su padre comenzará a pasearlas por los escenarios.
1 comentario:
Muy chulo el reportaje Juan.
Pues sí estuvo Lou Reed en Azkarate y después se lo trajeron al Frontón de Tolosa a comer alubias.
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