El arte de desnudar un repertorio
Fecha y lugar. 06/05/2011. Sala Kontadores. Donostia. Intérprete. Bart Davenport (voz y guitarra). Incidencias. El dúo guipuzcoano Napoka Iria ejerció de telonero.
SOSTIENE Bart Davenport que "una de las cosas más bonitas de actuar en acústico es que puedes desnudar una canción, quitarle todos los ornamentos y revelar su belleza interior". No le falta razón al estadounidense, pero oculta, quizá por modestia, que hace falta mucho tacto y talento para quitarle la ropa a un repertorio con la voz y la guitarra como únicos apoyos.
Abundan, especialmente en tiempos de crisis, los artistas que giran en plan solista para abaratar costes y ahorrarse el jaleo de actuar con banda. Algunos llaneros solitarios pueden alcanzar cotas de emoción incomparables -recientemente han visitado estos lares Damien Jurado o Neil Hannon- , pero la gran mayoría no aguanta más de dos asaltos sin que el público pierda la atención y caiga aletargado por un show monocorde y soporífero. Desde luego, no es el caso de Davenport, que el viernes embelesó a la audiencia de Kontadores con una sencilla pero magnífica sesión de striptease musical.
El californiano desvistió sus melodías pop con una elegancia exquisita, cierto desenfado y mucha simpatía. Cantó sus composiciones con una voz maravillosa y tocó la acústica con actitud y pose de rocker clásico en unas ocasiones, y con aires de trovador brasileño en otras. Entre los temas ajenos que interpretó destacaron una soleada versión de "unos amigos noruegos" -el Cayman Islands de Kings of Convenience- y la deliciosa Maria Bethania, de Caetano Veloso, con la que se hizo más patente la influencia de la bossa nova. Sentados en el suelo, con la atención de quien escucha historias alrededor del fuego, los espectadores celebraron y aplaudieron la desnudez de un manojo de canciones extraordinarias.
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