Raro, raro, raro
Disculpen el guiño al difunto progenitor de Julio Iglesias, pero "raro" es uno de los adjetivos que mejor sirven para definir a Quimi Portet. También le van que ni pintados apelativos como extraño, bizarro, insólito, peculiar o marciano. ¿O acaso no es asombrosa la trayectoria de un tipo que junto a Manolo García saboreó las mieles del éxito, vendía millones de discos y reunía a miles de personas en los multitudinarios conciertos de El último de la fila?
Desde la disolución de aquel legendario grupo, el de Vic continúa llenando auditorios, pero con 50, 100 ó 200 personas: aunque es heredera de la mejor tradición cantautora, su música está inequívocamente alejada de la convención, gracias a sus extravagantes melodías y a unas letras estrafalarias cantadas, para más inri, en catalán. Él insiste: "Es lo que quería hacer".
Muy pocas veces actúa fuera de los Països Catalans, pero cuando le llaman, acude raudo y veloz. Como en la minigira auspiciada por su amigo Ruper Ordorika, que estos días le ha traído por primera vez a tierras vascas, donde ha presentado Matem els dimarts i els divendres . Es su sexto y último álbum en solitario, compuesto, grabado y producido por él mismo.
Primero repasó buena parte de su más reciente colección de canciones y junto a su efectiva banda las interpretó en clave rockera y eléctrica, en un tono distinto al acústico que predomina en el disco. Quienes llegaron pasado el ecuador del bolo aún pudieron disfrutar de Progresso adequadament , frase que amenaza con inscribir en su lápida el día que muera. La segunda mitad la coparon temas antiguos como La musica dels astres , Flors i violes y El meu hàmster va anar a Cuba , ése en el que se debe gritar "¡Sabadell!"
Poco importa perderse por vericuetos lingüísticos. La música es comunicación y Quimi Portet, que hizo sus pinitos en un poco de euskera aprendido en el barnetegi, lo sabe mejor que bien. Sarcástico pero humilde, charla continuamente con su público y le cuenta, por ejemplo, que Francesc Pujols fue un histórico filósofo catalán que se quejaba por tener que ganarse algo tan triste como la vida.
Lo mismo traduce entera una canción como Àfrica, 11 de la tarda -la letra en castellano dice así: "África, 11 de la tarde, una medium encuentra aparcamiento, y un pato sonríe, con su estúpida sonrisa de pato. Te quiero, tortilla"- que complace las peticiones para que la actuación finalice con la mítica
Basta con verle y escucharle para saber que el astro intercomarcal, como él mismo se autodenomina, ha conquistado nuevamente el éxito. Puede ser un éxito extraño, sí, pero le permite hacer lo que quiere, como quiere y con quiere.
"Si deseáis que volvamos aquí para tocar, llamadnos y vendremos", se despidió tras los bises. Que tomen nota los promotores vascos porque, a pesar del tono irónico que presidió la velada, esta vez Quimi parecía hablar en serio.
Si quieres leer una entrevista extraterrestre con Quimi Portet, haz click en los dos siguientes enlaces: Página 1, Página 2.
1 comentario:
Thanκs in favoг of sharing such a nice opinіon, aгticle is pleasаnt,
thats why і have read it completely
my blog; http://www.osteopatiacreso.com/wiki/index.php?title=Utente:Hung1099
Publicar un comentario