Confortablemente clónicos
Lugar y fecha. Auditorio Kursaal. Donostia. 09/03/09. Intérpretes. Steve Mac y Damian Darlington (guitarras y voz), Ian Cattell (voz), Jason Sawford (teclados), Colin Wilson (bajo), Paul Bonney (batería), Mike Kidson (saxo y flauta), Jacquie Williams, Emily Gervers y Ola Bienkowska (coros). Incidencias. La sala registro un lleno total.
Finalmente, los émulos australianos de Pink Floyd consiguieron llenar el lunes el auditorio del Kursaal, pero el público salió perdiendo con el cambio de ubicación de un concierto que inicialmente iba a celebrarse en el velódromo de Anoeta. El grupo habría desplegado allí su pirotecnia visual logrando una puesta en escena más contundente, aunque de la fervorosa reacción del millar y medio largo de espectadores cabe deducir que la actuación fue un éxito.
Australian Pink Floyd recreó con fidelidad clónica los cerca de 30 temas incluidos en el álbum The Wall (1979), desde el inicial In the Flesh hasta el último Outside the Wall . No olvidaron las voces pregrabadas ni los efectos sonoros que salpican la inmortal ópera rock y la interpretación casi calcada que hicieron de canciones como Goodbye Blue Sky o Another Brick in the Wall enloqueció a numerosos espectadores que encendieron mecheros, agitaron los brazos y aplaudieron como si delante tuvieran a los mismísimos Roger Waters y David Gilmour.
Faltaron los gigantescos muñecos hinchables, la enorme esfera al fondo del escenario y la parafernalia megalómana que Australian Pink Floyd ha empleado en plazas de mayor aforo, pero destacó un impresionante montaje de luces acertadamente coordinado con la música. Durante la actuación, salpicada de actuaciones dramáticas no muy trabajadas, una gran pantalla fue proyectando imágenes inspiradas en las animaciones que el cineasta Alan Parker introdujo en el filme The Wall (1982), pero más artificiales y menos audaces.
La función discurrió con mimética corrección, pero el combo hubo de enfrentarse al problema con el que suelen lidiar las denominadas bandas de tributo, pues el gozo que proporcionan al público es directamente proporcional a la fe con la que éste siga el bolo. O dicho de otro modo: disfrutó más quien se entregó al show sin complejos creyendo que los que tocaban eran los músicos originales, y no se lo pasó tan bien el espectador incrédulo y consciente de estar asistiendo a una verbena de rock sinfónico protagonizada por talentosos impostores.
Con todo, hubo instantes emocionantes y poderosos, como la relectura de Confortably Numb o los bises dedicados al fallecido Syd Barrett, Shine on You Crazy Diamond y Wish You Were Here. También clavaron las voces y la rabia sonora de Pink Floyd en algunos éxitos del disco Dark Side of The Moon (1973). Brain Damage y Eclipse fueron el colofón de un vibrante concierto que demostró por qué David Gilmour ha felicitado en más de una ocasión a los australianos. Lo que no ha trascendido es qué pensará de todo esto ese huraño genio llamado Roger Waters que, al fin y al cabo, fue quien escribió el 90% de los temas de la obra maestra The Wall.
4 comentarios:
Llegará el día en el que, bajo el título de 'So help me god experience', el Kursaal acogerá una réplica de la jura de Obama. ¡Asista en directo a la toma de posesión del primer presidente negro!
Al tiempo.
Se me olvidaba: da gusto ver las fotos y leer tus crónicas de conciertos, la verdad.
¡Gracias, Jukebox!
A mí me gustará mucho ver dentro de unos años la recreación de la toma de posesión del primer lehendakari sociata...
;-)
Saludos.
No había visto estas fotos, pero me gustan mucho...
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