02 noviembre 2009
Yo también soy Gaztemaniak
La Diputación se plantea la continuidad de Gaztemaniak
La crisis podría hacer desaparecer el programa de conciertos
La crisis podría cobrarse otra víctima cultural más antes de que concluya el año, ya que la Diputación de Gipuzkoa se plantea la continuidad del programa de conciertos Gaztemaniak, que se celebra desde 1994 en las localidades de Donostia, Oñati, Zarautz, Arrasate y Hondarribia. Fuentes consultadas por este periódico confirmaron ayer que la complicada coyuntura económica ha llevado al ente foral a estudiar la supresión de Gaztemaniak, una iniciativa organizada por el departamento de Política Social a través de la dirección de Infancia y Juventud.
Al parecer, en los próximos días se realizarán una serie de "gestiones" de última hora con el objetivo de salvar una programación que se puso en marcha hace ahora quince años y que puede vanagloriarse de su condición de último -o único- reducto institucional en lo que a música alternativa se refiere.
Algunos agentes culturales y, sobre todo, los espectadores habituales de espacios tan emblemáticos como Gazteszena, han mostrado ya su preocupación y su disgusto ante la posibilidad de que desaparezca una cita de referencia en el panorama musical guipuzcoano. Según cálculos oficiales, los conciertos de Gaztemaniak suelen reunir a una media de 250 personas, una cifra que puede resultar no muy abultada pero que representa a un público absolutamente fiel y que tradicionalmente escapa a las propuestas culturales más oficiales.
UN POCO DE HISTORIA Y es que en los últimos tres lustros, Gaztemaniak, que nació como "una iniciativa innovadora de difusión cultural a través de la música", ha programado actuaciones de grupos tan diversos y destacados como Stereolab, Eels, Mark Lanegan, Lambchop, Micah P. Hinson o Howe Gelb. Otros nombres destacables son Hefner, Magnetic Fields Red House Painters, The Delgados, The Silos, Mark Ei-tzel, Pernice Brothers, Clem Snide, Josh Rouse y Lou Barlow.
Este año, sin ir más lejos, han pasado por los espacios del programa Stiff Little Fingers, Devotchka y Jolie Holland, y la próxima semana lo hará Anari, que ayer mismo presentó su último disco. Todo ello por precios que rozan lo irrisorio: entre cinco y siete euros.
Las entradas, además, suelen incluir la actuación de un grupo telonero que, en muchos casos, tiene carácter local, porque entre los objetivos de Gaztemaniak figura "promocionar los grupos de música locales", así como "difundir nuevas tendencias musicales" y "acercar la música de calidad a la juventud" a lo largo de todo el año.
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4 comentarios:
En fin, vale que por algún lado tengan que recortar. pero seguro que a las jornadas de bertsolaris o de pandero y trikitixa no les quitan ni un euro.
Larga vida a Gaztemaniak!!!!!
Jodidos políticos!!! cuando aprenderán que La Cultura no se limita al Orfeón, la quincena musical, y demás.
Hay mucha más cultura en un metro cuadrado de Gazteszena que todos los despachos de los políticos juntos!!! malditos.
Mira, ni siquiera desecho los conciertos de trikitrixa, ni los de bertsolaris porque también es cultura.
Quitaría todos los gastos de representación, comidas de trabajo y mamoneo de los políticos en general.
Tan solo con que en las campañas electorales recortaran los gastos en esos mítines que solo sirven para "engordar" el ego del político de turno, tendríamos como para que Gaztemaniak pudiese seguir.
Las cosas se demuestran en el día a día, en la cultura a pie de calle y en la creación de puestos de trabajo "reales".
Más razón que tres santos tenéis...
¡Abrazos!
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