04 mayo 2010

Entremés fotográfico (The Posies, Cheap Star, Muy Fellini, Giorgio Bassmatti)

(En los próximos días habrá posts específicos
con fotos de cada uno de los conciertos)


Proust en la Casa del Guarda

QUIENES se acercaron el domingo a la Casa del Guarda vivieron una feliz tarde de cafeína, magdalenas y rock and roll; también hubo cervezas, alaridos surrealistas, fotos y vídeos en la jornada auspiciada por el Festival Donostikluba. Pero de servir los dos primeros bienes se encargó Giorgio Bassmatti, que sacó del interior de su guitarra un manojo de bonitas y urgentes melodías sobre el amor y otras hierbas. Primero cantó en euskera en pleno jardín, a cielo descubierto, pero el chubasco arreció y el picnic se mudó al interior de la sala, donde desgranó algunas tonadas en castellano. Incluso cambió las seis cuerdas por un organillo Casio que sobrevivió a los 80 y mostró su faz más divertida, con amago de coreografía incluida.

Tras el café y los bollos, el rock and roll corrió a cuenta de las otras tres bandas. Primero actuaron, más templados, Muy Fellini, el grupo que ha unido al cantante de Sök con el batería de Half Foot Outside. Las atinadas baquetas de Edu Ugarte fueron la brújula que marcó el rumbo de un concierto de "música agradable" -así definen los navarros su propuesta- en el que la voz y la guitarra de ecos folk de Juan Maravi tuvieron el acompañamiento de su hermano Txus al bajo. Les relevó otro trío, los parisinos Cheap Star, que allanaron el camino a The Posies con una contundente andanada rockera en la que se vio que han asimilado bien las enseñanzas de sus maestros. De hecho, los franceses -"¡Gabachos majos!", les gritó cierto cantautor- son vecinos del posie Ken Stringfellow, que vive en la ciudad de la luz, y tanto él como su compañero Jon Auer han producido su debut, Speaking like an Elephant.

La reunión de colegas -Stringfellow también ha colaborado con Muy Fellini y Bassmatti es casi una groupie de The Posies- llegó a su momento culminante con la actuación del cuarteto de Seattle, que revisitó a guitarrazos el disco con el que los escoceses Teenage Fanclub debutaron hace ya dos décadas. Repasado tema por tema, A Catholic Education sonó tan rotundo como actual y el pasote de decibelios fue tal que hizo saltar por los aires los tapones de cera de más de un oído. Como propinas tocaron canciones del álbum que grabarán este mismo año en España y la demandada Solar Sister, una de las joyas del tótem Frosting On The Beater. Seguro que los poderosos Posies -pocos como ellos dan un sentido tan literal a la etiqueta power pop- no tardarán en volver. Mientras tanto, pueden hacer ustedes como el personaje de Marcel Proust en la novela En busca del tiempo perdido: sumerjan una magdalena en una taza de café y dejen que su sabor desencadene el recuerdo de una formidable tarde musical.

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