La fabulosa ducha de contrastes de Yo La Tengo
cualquiera que haya visitado un balneario o un spa sabe en qué consiste la ducha de contrastes. Primero agua caliente, después fría, luego caliente de nuevo… El símil bien podría servir para tratar de definir la inclasificable música de los estadounidenses Yo La Tengo. Ira Kaplan, Georgia Hubley y James McNew poseen el extraño talento de alternar en sus actuaciones las distorsiones más abrasivas con la sutileza más exquisita, y en la mitad de ambos extremos caben prácticamente todos los estilos imaginables. Son, sin duda, el colmo del eclecticismo en el rock del último cuarto de siglo.
Su carta de presentación el jueves en Barakaldo fueron los quince minutos de armonioso ruido contenido en And the glitter is gone, que cierra su último álbum, Popular songs (2009). De él también rescataron canciones como Nothing to hide, Periodically double or triple, When it"s dark, Here to fall o If it"s true, cada una de su padre y de su madre: el noise pop, el groove, el folk, el rock indie e incluso el soul. Para recordar sus éxitos más o menos antiguos combinaron largos delirios velvetianos de guitarras y teclados desbocados con bellos sets acústicos que cortaron la respiración de la audiencia. Entre otras, sonaron la contundente y rockera Big day coming, la descarga punk de Watch out for me Ronnie, la popera Stockholm syndrome o la majestuosa Blue line swinger, un mantra guiado por el pálpito de una batería absolutamente hipnótica.
En el obligado y habitual capítulo de versiones sonaron Can"t seem to make you mine, de los Seeds, Till the end of the day, de los Kinks, y Tried so hard, de Gene Clark. La cover más especial fue Thirteen, un recuerdo urgente a Alex Chilton, fallecido el mismo jueves, y la más bizarra Nuclear war, una arenga de Sun Ra que el trío de Hoboken utilizó para acercarse al hip hop y al jazz, dos de los últimos estilos que les quedaban por tocar.
En general, hubo quizá menos noise que en visitas precedentes, pero se atuvieron a su máxima de ofrecer nueve, diez u once conciertos distintos al precio de uno. De hecho, si vendáramos los ojos a alguien que no conoce a la banda y lo lleváramos a uno de sus directos, lo más probable es que pensara que cada canción la toca un grupo diferente. Dicen que la ducha de contrastes sirve para reactivar la circulación sanguínea y recuperar energía. También que ayuda a mejorar el ánimo general de las personas. Igualito que la música de Yo La Tengo…
1 comentario:
No pude estar por la lejanía del sitio y además de ser un día de diario; pero me hubiera gustado muchísimo verles.
Por fortuna voy a ver este próximo jueves 25 a Bloodshot Bill y Heavy Trash en el Azkena.
Por cierto, muy buenas fotos. Nos vemos.
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