"La carcajada primaria es lo verdaderamente revolucionario y subversivo en el humor"
Martes y Trece, Cruz y Raya, Los Morancos, Los Hermanos Calatrava... Las comparaciones son 'ignominiosas' y, en este caso, inapropiadas, porque el estilo de Faemino y Cansado no tiene igual. Prueba de ello es que actuarán en Donostia desde mañana y hasta el domingo con todo el papel vendido
Faemino y Cansado estrenaron su nuevo espectáculo hace dos años en Bilbao, pero Javier Cansado asegura que éste ha cambiado mucho. "Nos cansamos de repetir los mismos números e improvisamos unos y descartamos otros", sostiene. Son dos es una recopilación de sketches que escribieron para su mítico y exitoso programa televisivo El Orgullo del Tercer Mundo y que nunca han sido vistos en el teatro. "Ha salido un híbrido muy divertido, con números conocidos como el de los personajes ignominiosos o el de Kierkegaard", advierte.
¿Pero de verdad han leído a Kierkegaard?
Sí hombre, sí... El sketch de "Qué va, qué va, qué va... Yo leo a Kierkegaard" surgió porque queríamos buscar una frase pedante que quedara fuera de contexto, y acertamos, salió bien. En realidad, escogimos a ese filósofo porque el mundo del pensamiento ha reflexionado muy poco sobre el humor y Kierkegaard escribió una tesis doctoral sobre la ironía. De todos modos, la broma inicial era aún más pedante y decidimos eliminarla: hablaba de Baudrillard, el pensador postestructuralista. Demasiado académico...
¿Cree, como reza la nota promocional de 'Son dos', que sus espectáculos anteriores eran algo pretenciosos?
(Risas) Yo creo que nunca hemos sido pretenciosos, y de hecho, lo que más nos gusta del humor es la carcajada primaria. Eso es lo verdaderamente revolucionario y subversivo.
¿Qué tipo de carcajada? ¿Grotesca incluso?
Sí, sí. Una carcajada en la que primero pierdes las formas y después analizas por qué te has reído. Buscamos esa carcajada de verdad que provoca que te muevas en la butaca, abriendo mucho la boca y empleando músculos del cuerpo que habitualmente no utilizas. Nos oponemos a ese rollo intelectual de la ironía y la sonrisa, y defendemos más lo primario, aunque empleemos elementos sofisticados y elaborados. Y al final, para nosotros, si la gente no carcajea, el espectáculo no funciona.
Defienden, por tanto, el placer de reír por reír.
Es que la risa es un placer. De hecho, es el mayor placer que existe después del orgasmo. Porque el orgasmo está ahí en un altar y no lo vamos a tocar.
¿Y se atrevería a definir el humor de Faemino y Cansado? ¿Es absurdo, payaso, surrealista, inteligente?
Utilizamos una mezcla rica de muchas cosas, pero quizá prevalezca el toque surrealista con una variante muy buena: el realismo. Nuestros personajes son reconocibles, cercanos, estereotipos muy claros, pero nos gusta enfrentarlos a asuntos muy disparatados, en un contexto loco y exagerado. Por eso me gusta decir que somos realistas surrealistas, una paradoja y una contradicción inherente al ser humano.
En las últimas dos décadas no ha cambiado mucho su puesta en escena. Por ejemplo, Faemino sigue vistiendo de rojo y usted de azul.
(Risas) El vestuario no ha cambiado nunca y todo nuestro atrezzo cabe en una bolsa de deportes chiquitita. Somos la envidia del país.
Conservan su copita de coñac pero ya no fuman en los teatros. ¿Son los efectos de la Ley Antitabaco?
Faemino, que es un fumador auténtico, dejó el hábito sobre el escenario por respeto a los fumadores. Se dio cuenta de que para los espectadores que fuman era un suplicio asistir a un espectáculo donde él no soltaba el cigarro durante hora y media, así que lo dejó.
¿Y por qué hace tanto tiempo que no se les ve en la televisión?
Porque no nos gusta, no disfrutamos ni somos felices. Hay gente que tiene un subidón si le pones una cámara delante. Para nosotros, en cambio, es una liberación terminar de grabar un programa. Lo hacemos, porque somos profesionales, pero no somos felices en la televisión. Como ya tenemos una cierta edad y un cierto estatus, podemos elegir lo que queremos hacer.
Es evidente, por tanto, que el problema no es la falta de ofertas.
No, y tampoco hemos tenido problemas de censura o de dinero. Pero no éramos felices. Como nuestro karma no mejoraba, decidimos dejarlo. Yo, que soy más parlanchín y suelo colaborar en radio, aparezco de vez en cuando en algún programa televisivo, más que nada para que mis hijos vean que tengo una cierta puesta en escena...
¿Sabe que casi todas sus incursiones televisivas del programa 'El orgullo del Tercer Mundo' pueden verse en Internet a través de YouTube?
Sí, es maravilloso, una promoción cojonuda que hace que se renueven los espectadores. Hace más de una década que no salimos en la tele y los jóvenes de veinte años, por ejemplo, no nos conocen. Gracias a esos vídeos de Internet pueden tener un elemento de juicio que les haga ir al teatro para vernos en directo.
Manuel Campo Vidal, el periodista que protagonizó uno de sus números más excéntricos, moderará uno de los debates entre Zapatero y Rajoy. ¿Harán alusión a ello?
El sketch de Manuel Campo Vidal estuvo incluido en la función al principio de la gira de Son dos , pero ahora no lo hacemos, porque a veces nos cansamos de repetir números. Por eso también hemos dejado de hacer el número de los Beodos Brothers. Nos interesa vender como marca esa frescura que nos es tan propia y si repetimos mucho los mismos números, llega un momento en que ese toque intangible se pierde.
Suelen jactarse de practicar un humor no ligado a la actualidad, de modo que evitarán guiños a la inminente campaña electoral.
No nos interesa, no. Y siempre decimos que contamos con la ventaja de que las cosas que escribimos hace veinte años pueden gustar más o menos, pero hoy día siguen teniendo vigencia.
Mariano Rajoy decía el otro día que "a Zapatero, sin careta, se le ve el careto". ¿Cómo ven el intrusismo de los políticos en el humor?
Las gracias y las bromas que hacen en los mítines no tienen ninguna gracia. Cuando escucho los juegos de palabras de Rajoy o Zapatero me entran ganas de decirles: "Por favor, dejad el humor a los profesionales".
4 comentarios:
¡Qué grandes son! casualidad, ayer estuve viendo en youtube el sketch de la muerte del Fary, genial. Esta vez me los pierdo.
¿No van a Filipinas o qué?
Que buenos, yo me enganche a su humor en cajon desastre y desde entonces no para de reirme absudamente, un humos muy actual como la entrevista, de las que no caducan.
Aioooo
Edito:
absudamente = absurdamente
Humos = humor
Las prisas...
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